Seúl, 20 de diciembre (Yonhap) -- Se espera que crezca la inflación de Corea del Sur en torno al 5 por ciento "por el momento", pero que el crecimiento de los precios se ralentice "constantemente" gracias a la estabilización de los costes del petróleo y el impacto de la desaceleración económica dentro y fuera del país, ha declarado, este martes, el Banco de Corea (BOK, según sus siglas en inglés).
Sin embargo, el banco central surcoreano se preocupa de que la incertidumbre se mantenga alta, ya que hay factores relacionados con la oferta que podrían hacer que los precios del petróleo, que están disminuyendo recientemente, vuelvan a dispararse, los cuales incluyen la guerra en curso en Ucrania, las sanciones contra Rusia y la decisión de los exportadores de petróleo de recortar la producción.
"En el futuro, es probable que los precios al consumidor crezcan en torno al 5 por ciento, por el momento, pero el ritmo de subida se ralentizará, ya que se espera que el alza de los precios del petróleo disminuya y aumente la presión a la baja de la economía (en desaceleración)", declaró el BOK en un informe sobre su evaluación de las condiciones de inflación.
El BOK suele utilizar la expresión "por el momento" para indicar un período de tres meses.
El último pronóstico se produjo ya que el banco central ha elevado su tipo de interés de referencia hasta un total de 2,75 puntos porcentuales, desde agosto del año pasado, para controlar la inflación, que ha aumentado al ritmo más rápido en más de dos décadas. En la actualidad, el tipo de interés se sitúa en el 3,25 por ciento.
La inflación ha sido impulsada, principalmente, por la subida de los precios de la energía y las principales materias primas, en medio de las interrupciones de la cadena mundial de suministro, agravadas por la guerra de Ucrania, que estalló en febrero.
En julio, los precios al consumidor se elevaron un 6,3 por ciento con respecto al año anterior, lo que supuso la subida más rápida desde noviembre de 1998. Desde entonces, el crecimiento de los precios se ha ralentizado hasta el 5 por ciento; sin embargo, sigue estando muy por encima de la meta de inflación a medio plazo, del 2 por ciento, fijada por el BOK.
El BOK dijo que la inflación se había elevado un 5,1 por ciento por término medio, hasta noviembre, y predijo que el crecimiento de los precios de este año será superior al incremento del 4,7 por ciento registrado en 2008 -cuando el país se encontraba en el medio de una crisis financiera-, y registrará el aumento más rápido desde el 7,5 por ciento anotado en 1998.
El banco central surcoreano también prevé que la inflación subyacente, que excluye los precios volátiles de los alimentos y la energía, aumente a un ritmo similar al de 2008, cuando subió un 3,6 por ciento.
En cuanto a la situación económica general, el BOK señaló que las exportaciones han perdido fuerza, especialmente en el segundo semestre, en medio de la recesión mundial, mientras que el gasto privado también se ha debilitado, debido a la elevada inflación, que ha socavado el poder adquisitivo de los consumidores, junto con el rápido aumento de los costos de endeudamiento.
El gobernador del BOK, Rhee Chang-yong, declaró, en una conferencia de prensa posterior, que los precios al consumidor podrían crecer a un ritmo lento y constante durante el año que viene, pero con un ritmo más alto que la banda, fijada por el banco central, como meta de inflación a medio plazo, lo cual justifica la constante lucha del banco contra la inflación.
A la pregunta de si se mantendrá la opinión de algunos formuladores de política monetaria, revelada, el mes pasado, de que el 3,5 por ciento sería el "nivel terminal" del ciclo actual de subidas del tipo de interés, Rhee dijo que ese nivel no es el que el BOK va a propugnar, sino que está sujeto a cambios en función de las condiciones económicas.
El BOK celebrará la primera reunión, de 2023, para la fijación de la tasa de política monetaria (TPM), a mediados de enero.
En cuanto a los temores de que las fuertes subidas de la TPM puedan lastrar la economía, el gobernador dijo que la economía no ha entrado aún en esa fase, sino que se encuentra en el "límite" de una recesión.
Mientras tanto, Rhee elogió al Gobierno por combatir la inflación evitando un repunte de los precios de los servicios públicos; sin embargo, le preocupa la posibilidad de que, el próximo año, las posibles subidas de las tarifas eléctricas, más rápidas de lo previsto, puedan frenar el ritmo de descenso de la inflación cuando bajen los precios del petróleo.
También instó al Gobierno a reducir el déficit fiscal el año que viene, afirmando que seguirá manteniendo la inflación bajo control.
Rhee afirmó que, si el Gobierno reduce el déficit fiscal el año que viene, sería de gran ayuda en términos de la gestión de la demanda agregada y la coherencia general de las políticas.
La foto muestra al gobernador del Banco de Corea, Rhee Chang-yong, hablando durante una conferencia de prensa, celebrada, el 20 de diciembre de 2022, para explicar las últimas condiciones de la inflación. (Imagen del cuerpo de prensa. Prohibida su reventa y archivo)
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