Seúl, 15 de octubre (Yonhap) -- La demanda interna de Corea del Sur ha estado mejorando a medida que el país busca volver a la normalidad prepandémica, pero se teme que el debilitamiento de las exportaciones, provocado por los riesgos externos, suponga un lastre para su economía, dijo, esta semana, el Instituto de Desarrollo de Corea del Sur (KDI, según sus siglas en inglés).
En medio del alivio de las regulaciones antivirus en el país, la industria de servicios presenciales sostuvo una "fuerte" recuperación en agosto, mientras se redujo la contracción en las ventas de bienes duraderos, dijo el KDI en su informe mensual de evaluación económica.
Las ventas minoristas de Corea del Sur aumentaron un 2,3 por ciento interanual en agosto, impulsadas, principalmente, por una mejora de las ventas de automóviles. La producción de servicios también subió un 7,1 por ciento, durante el período, según el instituto.
Agregó que la economía surcoreana ha exhibido una mejora parcial en la demanda interna; sin embargo, su ritmo de recuperación se está desacelerando debido al debilitamiento de las exportaciones causado por el declive de las condiciones globales.
El KDI señaló que la recuperación económica se ve obstaculizada, ya que continúa el "mal desempeño" de las exportaciones, liderado, en su mayor parte, por los semiconductores, que son los principales artículos de exportación de la cuarta economía de Asia.
Añadió que, debido a una desaceleración de la demanda, la industria de semiconductores se está debilitando rápidamente, con una caída de los precios y las exportaciones.
Según otros datos del Servicio de Aduanas de Corea del Sur, las exportaciones de Corea del Sur disminuyeron un 20,2 por ciento interanual, en los 10 primeros días de octubre, para llegar a 11.800 millones de dólares, debido, principalmente, a las flojas ventas de chips en el extranjero.
Las exportaciones surcoreanas de semiconductores cayeron un 20,6 por ciento interanual, en los 10 primeros días del mes, para llegar a 2.200 millones de dólares, añadió la agencia aduanera.
Mientras tanto, el won surcoreano se ha depreciado alrededor de un 16 por ciento frente al dólar estadounidense, en lo que va de año, en medio de los crecientes riesgos geopolíticos relacionados con la guerra que está teniendo lugar en Ucrania. Una moneda débil aumenta, normalmente, la presión inflacionaria, ya que encarece las importaciones.
El KDI señaló que, a pesar de la caída de los precios del petróleo, la inflación general se mantuvo alta, impulsada por los precios de los servicios personales.
Agregó que, si bien el repunte de China sigue siendo débil y Estados Unidos se vuelve más enérgico con el endurecimiento de la política monetaria, "están aumentando" los riesgos bajistas.
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