La foto de archivo, tomada el 23 de mayo de 2022, muestra contenedores apilados en un puerto de la ciudad portuaria de Busan, en el sudeste de Corea del Sur.
Sejong, 9 de junio (Yonhap) -- El ímpetu de recuperación económica de Corea del Sur se ha debilitado a medida que la industria manufacturera está perdiendo fuerza por los prolongados trastornos de la cadena de suministro y los crecientes precios de materias primas, ha dicho, este jueves, el Instituto de Desarrollo de Corea del Sur (KDI, según sus siglas en inglés).
Según el informe económico mensual del KDI, los servicios presenciales cobraron impulso gracias al levantamiento de las restricciones antivirus, pero el crecimiento de las exportaciones se ha ralentizado gradualmente en medio de la desaceleración económica a nivel mundial y los confinamientos contra el COVID-19 en China.
Las preocupaciones sobre una estanflación, una combinación de desaceleración del crecimiento y alta inflación, aumentaron dado que el país afronta crecientes incertidumbres económicas ante la guerra prolongada entre Rusia y Ucrania.
La presión inflacionaria se ha incrementado, ya que los precios del combustible y los alimentos han subido por la crisis en Ucrania y los cuellos de botella en la cadena de suministro. La inflación impulsada por la demanda también se incrementó debido a la recuperación económica.
Los precios al consumidor del país aumentaron, en mayo, al ritmo más rápido en casi 14 años. Los precios al consumidor subieron, el mes pasado, un 5,4 por ciento interanual, acelerándose frente al aumento del 4,8 por ciento de abril.
Las exportaciones de Corea del Sur se han elevado, en mayo, un 21,3 por ciento interanual, extendiendo su racha de aumento por 19º mes consecutivo, en mayo. Sin embargo, el país experimentó un déficit comercial por segundo mes consecutivo debido a los altos precios energéticos a nivel global.
La producción industrial, las ventas minoristas y las inversiones en infraestructura cayeron en conjunto, en abril, por primera vez en más de dos años, en una señal reciente de que el ímpetu de recuperación se mantiene frágil.
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) elevó drásticamente, el miércoles, su perspectiva de inflación para 2022 en Corea del Sur, del 2,1 al 4,8 por ciento, lo que supuso la estimación más alta en 24 años.
La organización con sede en París también recortó su perspectiva de crecimiento de la economía de Corea del Sur para 2022, del 3 al 2,7 por ciento.
En su reciente revisión del pronóstico, en mayo, el Banco de Corea (BOK) estimó un crecimiento de un 2,7 por ciento en la cuarta economía de Asia, este año, y una inflación del 4,8 por ciento.
El KDI indicó que la alta inflación está planteando riesgos "bajistas" a las actividades económicas, dado que se teme que socave el poder adquisitivo de los hogares y compañías en medio del aumento de los tipos de interés.
El mes pasado, el BOK elevó el tipo de interés de referencia en 0,25 puntos porcentuales, hasta el 1,75 por ciento, lo que supone el quinto aumento desde agosto del año pasado, a fin de contener la inflación y deuda de los hogares. Se espera de forma generalizada que el banco central eleve aún más el coste de los préstamos en los próximos meses.
La OCDE recomendó al BOK que efectúe su política monetaria "para mantener ancladas las expectativas de inflación".
La foto de archivo, tomada el 1 de junio de 2022, muestra un cartel con los precios del diésel y gasolina en una gasolinera, en Seúl.
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